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Halloween de cómic: Un cesto lleno de cabezas, de Joe Hill y Leomacs

ECC Ediciones publica un nuevo formato de una de las series más aclamadas del sello Hill House de Joe Hill, hijo de Stephen King.


Portada del volumen ilustrada por Reiko Murakami
Portada del volumen ilustrada por Reiko Murakami

Tras el cese del sello Vertigo en 2020, han sido varios los intentos de la editorial DC por conseguir recrear algo similar. Y, si bien parece improbable que nada pueda recrear lo que nos trajo historias tan emblemáticas como Sandman, Hellblazer o V de Vendetta, se han llevado a cabo algunas ideas en pos de una libertad creativa que ha permitido abrir el abanico de la oferta comiquera.


Uno de los más sonados es Hill House, el sub-sello centrado en el género de terror que, desde hace algunos años, coordina Joe Hill. Y este nombre quizá no resulte familiar para la gente ajena al cómic terrorífico, pero lo cierto es que guarda un gran secreto.


Cuando digo Stephen King, ¿hay alguien a quien no le suenen estas dos palabras? El Rey del Terror se ha convertido en un auténtico icono multimedia gracias a sus méritos literarios y sus múltiples adaptaciones al cine y la televisión. Consagrado como uno de los autores con mejores ventas de todos los tiempos, cualquier idea que salga de su cabeza es un éxito asegurado. Pero quien tampoco se queda atrás es Joseph Hillstrom King, hijo de la leyenda, que sigue sus pasos desde hace más de veinte años.


Padre e hijo leyéndose mutuamente
Padre e hijo leyéndose mutuamente

Consciente de que el legado de su padre lo perseguiría siempre, Joe decidió adoptar el apellido Hill (en honor a un mártir obrero) y publicar de manera independiente. No fue hasta 2007, ya ampliamente premiado por su trayectoria en la literatura de terror, que decidió revelar su identidad al mundo. Sin embargo, viéndose igualmente ensombrecido por el nombre de su progenitor, tuvo que tomar medidas para reinventarse.


Así fue como, en 2008, Hill empezó a escribir Locke & Key, uno de los cómics más aclamados del siglo XXI, para la editorial IDW. Con una propuesta digna de H. P. Lovecraft pero con el apabullante apoyo gráfico de Gabriel Rodríguez, presentó seis arcos de una historia trepidante donde no faltaban la sangre, el misterio y la crítica social. Su éxito le logró incluso una adaptación en Netflix, aunque la mayoría de fanáticos coinciden en que su tono juvenil no hace justicia al material original.


Locke & Key, ilustrado por el chileno Gabriel Rodríguez
Locke & Key, ilustrado por el chileno Gabriel Rodríguez

Sin embargo, habría que esperar hasta 2020, en plena era post-pandemia, para que Hill firmara Un cesto lleno de cabezas, dando así pie al sello Hill House. Bajo la tutela de DC Black Label, su propuesta consistía en ofrecer múltiples historias de terror antológico donde los equipos creativos fueran rotando, sirviendo aun así su figura de eje creativo.


Fue así como nació esta primera historia, que contaba con su propio guion y la colaboración del italiano Massimiliano Leonardo a los lápices. Este, mejor conocido como Leomacs, venía de ilustrar Lucifer para la editorial, por lo que parecía perfecto para plasmar las ideas macabras y retorcidas del maestro del terror comiquero.


Lo que Un cesto lleno de cabezas presenta es sencillo pero efectivo: como en un homenaje a la obra de su padre, Hill sitúa la historia en el clásico pueblecito americano alejado de todo donde nunca pasa nada… hasta que pasa. Sin embargo, la ambientación afable da un giro de trescientos sesenta grados en cuanto anochece, aspecto en el que el apartado gráfico acompaña a las mil maravillas. Y es entonces cuando surge el terror a lo desconocido, el miedo que inspira una fantasía perversa, un mundo de gore y violencia donde nada es lo que parece.


Al dibujo de Leomacs lo acompaña el color del histórico Dave Stewart
Al dibujo de Leomacs lo acompaña el color del histórico Dave Stewart

Con esta propuesta, Hill nos sumerge en la América profunda, un lugar hostil donde la justicia se desvanece con la luz del sol. En este contexto conocemos a June, una chica aparentemente normal que, tras el rapto de su novio durante un apagón masivo, partirá hacia lo desconocido equipada con un hacha vikinga. Pero no es un hacha cualquiera, ya que, por motivos que aún se le escapan, es capaz de mantener con vida las cabezas de aquellos a quienes decapita. En su odisea de desesperación, June acabará llenando un cesto con las cabezas de todos aquellos que deseen hacerle mal. Todos los que se meten con esta chica de armas tomar conocerán un destino peor que la muerte.


Por su idiosincrasia, Un cesto lleno de cabezas se aleja del terror convencional y abraza el estilo campy de la serie B, donde lo extravagante y la hipérbole consiguen generar cierto halo de humor macabro. Y es que es difícil provocar temor en un medio como el cómic, donde la secuencialidad obliga al ojo a ver toda la composición al unísono. Los screamers y otras formas de exaltación emocional dependen de lo que aguarde el lector al pasar la página, aunque, de todas formas, sigue estando a años luz de lo que puede lograr una película. Igualmente, Hill se las apaña para construir una atmósfera tétrica y contrastes emocionales que revuelven la conciencia de quien lo lee.


June Branch, protagonista de Un cesto lleno de cabezas
June Branch, protagonista de Un cesto lleno de cabezas

El cómic no sería lo mismo sin el talento gráfico de Leomacs, que se nutre de colores planos para jugar con las distancias entre lo naif y el auténtico terror. Sus influencias europeas y estilo limpio consiguen diferenciar la obra de otros clásicos modernos del género, confiriéndole un aura donde lo macabro sale a jugar solo cuando se requiere. Cosa que, bajo la tutela de Joe Hill, suele ser en el momento perfecto.


Un cesto lleno de cabezas es una obra esencial para leer durante estos días, especialmente en esta noche de los difuntos. Una oportunidad perfecta para descubrir a uno de los grandes del terror comiquero, quien, pese al tremendo legado con el que carga, poco tiene que envidiar a su padre. Habiéndose labrado una carrera por méritos propios, Joe Hill es uno de los mejores autores a los que se puede recurrir para vivir un Halloween de cómic.


ECC Ediciones publica una nueva edición en pequeño formato (DC Pocket), por menos de diez euros y accesible a todos los bolsillos, metafórica y literalmente. Con todo esto, ¿cuál es tu excusa? Te volará la cabeza, casi tanto como a las víctimas de June.


Ficha técnica

Nombre: Un cesto lleno de cabezas (Edición DC Pocket)
Numeración: Basketful of Heads #1-7 USA
Editorial: ECC Ediciones 
Precio: 9,95€ 
Autores: Joe Hill (guion), Leomacs (dibujo)








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