The equalizer III (2023). Director: Antoine Fuqua. Intérpretes: Denzel Washington, Dakota Fanning.
SINOPSIS: Robert McCall se encuentra en el sur de Italia retirado como asesino del gobierno. Cuando sus nuevos amigos son amenazados por un grupo mafioso local, volverá a hacer uso de sus habilidades para sacarlos del problema.
OPINIÓN: The equalizer, aquí llamada El justiciero, fue una serie de televisión emitida entre 1985 y 1989, con un total de cuatro temporadas, es el germen de The equalizer (2014, Antoine Fuqua), película de acción con gran éxito que derivó en dos secuelas y una nueva serie de televisión estrenada en 2021 con Queen Latifah en el rol protagonista pero que no convenció.
En esta tercera y, dicha por ellos, última parte, Fuqua y Washington quieren darle un cierre satisfactorio para el personaje y la audiencia, volviendo al ambiente que tanto gustó en el primer largometraje, haciendo una historia más localista, con enemigos de a pie, y no tan ambiciosa como fue la segunda parte. Este tono es más adecuado, ya que el espectador puede empatizar mejor con los personajes que son hostigados por los maleantes, y el buen hacer de McCall a la hora de crear trampas e inventos para acabar con los criminales.
La manera de narrar acción es espectacular, se nota la buena mano que tiene el director de estas secuencias, ya demostrado en cintas como Lágrimas de sol (2003), Shooter (2006) o la brutal Objetivo: la Casa Blanca (2013); al igual que aquellas escenas donde la tensión es la protagonista, como en la obra que lo lanzó al estrellato: Training day (2001), y primer trabajo conjunto con Washington. Escenas como la del restaurante, donde previene a los mafiosos de que se marchen; o la de el personaje principal amordazado y en aparente peligro, están rodadas y montadas de manera asombrosa, trasmitiendo un peligro y una amenaza latente que traspasa la pantalla.
Tiene cabida también referencias a obras ajenas, como la mentada secuencia del restaurante, que podría recordar en cierto modo a la memorable escena de El padrino (1972, Francis Ford Coppola); o el reencuentro de Washington con Dakota Fanning, actores principales de la joya El fuego de la venganza (2004, Tony Scott).
Acción estilizada e hiperbólica de dos grandes del cine de acción reciente para disfrutar en estos últimos y calurosos estertores del verano.
CURIOSIDADES: El héroe del cine de acción del siglo XXI.
Con el cambio de siglo, el cine de acción experimentó una evolución a la hora de representar al protagonista y realizar las escenas de acción. Directores como Michael Bay, John Woo, Tony Scott, Paul Greengrass, Garreth Edwards y productores como Luc Besson o Jerry Bruckheimer labraron un camino que fructificó en productos que arrasan en el cine de hoy como John Wick, para mí el mejor ejemplo de lo que pretendo desarrollar.
Las películas de acción empezaron a ser más ásperas, más directas, con secuencias de acción más contundentes y secas, donde los disparos a bocajarro se vuelven más explícitos y las secuencias de acción más frenéticas y vibrantes hasta derivar a la estilización del género, donde lo visual empieza a predominar, jugueteando con colores y su ubicación en los escenarios, muchas veces recargadísimos.
Con mi manía de establecer una línea temporal para ver la evolución de estilos, géneros o corrientes, para comprender cómo se ha llegado a lo que vivimos ahora en el séptimo arte, voy a hacer un repaso cronológico del cine de acción en el siglo XXI, con cintas relevantes para un servidor, ciñéndome principalmente en el cine estadounidense, dando algún salto a otra industria. Es una visión personal basada en lo que he visto, y de los que le gustaba al público en mis dos décadas como trabajador en un videoclub, donde la interacción con el espectador es más cercana. No es para nada La Verdad, ni quiero sentar cátedra, es solo una sensación particular sobre este género y su evolución. Hay mucho cine ahí fuera y es imposible conocerlo todo. Dicho esto, vamos allá.
Uno de los primeros tipos duros que trajo el nuevo siglo, y que revolucionó la manera de rodar cine de acción y de espía fue Jason Bourne, personaje literario creado por Robert Ludlum en 1980 y que ya fue llevado a la pantalla con el rostro de Richard Chamberlain en 1988. En 2002 Matt Damon encarnó al agente con pérdida de memoria en El caso Bourne (2002, Doug Liman), un hombre con altas capacidades tanto en lucha desarmado como con armas, con un conocimiento muy amplio, con una inteligencia capaz de prever múltiples escenarios, etc. Con este personaje, el cine de acción dejó de lado al hombre musculoso para dar paso a un personaje con una apariencia más común pero con habilidades mortíferas. El éxito de esta cinta dio paso a varias entregas más, destacando la segunda y tercera parte, El mito de Bourne y El ultimátum de Bourne, dirigidas por Paul Greengrass y estrenadas en 2004 y 2007 y que asentaron con más fuerza este tipo de personaje y con un montaje espectacular.
La influencia de El caso Bourne fue tal que supuso una reestructuración de una franquicia tan añeja como anquilosada como es la saga de 007, James Bond. En 2006 llegó a los cines Casino Royale (2006, Martin Campbell), donde este agente secreto es más vulnerable, más proclive a recibir daño, incluso que una típica chica Bond le caló hondo y ese amor se recordó en toda la etapa del agente interpretado por Daniel Craig. Campbell ya reinició la franquicia Bond en 1995 con Goldeneye, rejuveneciendo al personaje que llevó el rostro de Pierce Brosnan, pero manteniendo el estilo de la franquicia.
Michael Bay es un director de cine de acción muy relevante. Desde los comienzos de su carrera ha tenido un gran éxito. En los años 90 estrenó Dos policías rebeldes (1995), La roca (1996) y Armageddon (1998), películas exitosas. Y en 2003 estrenó la secuela de su obra debut, Dos polícias rebeldes II (2003), donde todo está llevado al límite. Escenas de persecución en coche espectaculares, secuencias de disparos en una casa con una tensión de infarto, y una mezcla de acción y humor que ya quisieran muchos. Un montaje extenuante que hizo que esta película fuera referente a principios de los años dos mil. Los personajes son rudos, aunque no están cortados por el mismo patrón que Bourne.
Un personaje que comparte estos rasgos y los magnifica más todavía, haciendo que la trama deje de lado el espionaje y baje al lodazal de los bajos fondos, lugar que será ya común para este nuevo héroe de acción, es Creasy, que contó con la excelente labor interpretativa de Denzel Washington, en la gran El fuego de la venganza (2004, Tony Scott). También proviene de una franquicia literaria escrita por A. J. Quinnel, historia que también se llevó al cine en Bala blindada (1987, Elie Chouraqui).
La dirección de Scott es vibrante, con secuencias tanto de acción como de intriga rodadas con mano de hierro, una historia que llega a los 150 minutos de metraje y nunca decae. Una película que tuvo una segunda vida en su llegada al mercado doméstico.
Destaco dos películas donde la acción es hiperrealista, no real, sino que la estilización de la acción que vemos en la saga de John Wick tuvo un germen en estos dos títulos. Asalto al distrito 13 (2005, Jean-Françoise Richet), remake (vaya, qué casualidad) de la potente película Asalto a la comisaría del distrito 13 (1976, John Carpenter), tiene lugar en fin de año y una comisaría que va a ser desmantelada tiene que acoger a un peligroso criminal. Policías y delincuentes tendrán que defender y proteger la comisaría cuando un comando quiera entrar para atrapar al señalado criminal. La acción en esta cinta está más dosificada, ya que el foco está puesto en el asedio, en la psicología de los personajes y sus motivaciones, pero que explota de repente cuando se da lugar. Sus escenas de tiroteos son contundentes, donde los disparos duelen, y sin necesidad de mostrar demasiada sangre.
Una idea similar pero llevada a un edifico tan emblemático como es la Casa Blanca, donde las secuencias de intercambio de disparos y el asalto al edifico es más grandilocuente que en la anterior película es Objetivo: La Casa Blanca (2013, Antoine Fuqua). Acción hiperbólica, con personajes esquematizados pero rudos.
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La cima de esta vertiente del cine de acción, pero en este caso a la inversa, pasando de defender a pasar al lado de aquel que tiene que entrar en un edificio, se encuentra en Indonesia, con Garreth Edwards en la dirección. Esta película se llama Redada asesina (2011) y el calificativo más acertado es el de brutal. Iko Uwais, un maestro de artes marciales, interpreta al líder de un equipo de policía de élite que recibe el encargo de entrar en una fortaleza repleta de criminales para capturar a su cabecilla. Atrapados, este grupo de asalto deberá cruzar pasillos y subir de piso en piso por medio de disparos y peleas cuerpo a cuerpo. Cinta ya de culto, e influyente en su modo de rodar las secuencias, originó una segunda parte, Redada asesina 2 (2014, Garreth Edwards), donde agranda todas sus virtudes durante dos infatigables horas y media. Al no estar limitadas por la censura hollywoodiense, este díptico muestra sin tapujos lo que las producciones estadounidenses debe contenerse.
Acabamos volviendo al modelo de héroe de acción cinematográfico posmoderno.
Liam Neeson empezó una nueva etapa como personaje de acción con Venganza (2008, Pierre Morrel), producción francesa apadrinada por el mítico Luc Besson, y que enfatiza las aptitudes como analizador de escenarios y estratega en situaciones de riesgo mostrados en las películas de Bourne. Bryan Mills debe hacer uso de sus habilidades como agente secreto cuando su hija es secuestrada durante sus vacaciones en París. En una carrera contrarreloj, Mills descubrirá indicios para encontrar a su hija dejando un reguero de cadáveres en el camino.
Aquí el personaje principal es poco menos que inmortal y omnisciente. Siempre tiene una salida y ha preparado un plan B y C para resolver la situación. Este tipo de personaje son inteligentes tanto en estrategia como en uso de cualquier tipo de arma o vehículo. Esta serie tuvo dos películas más, pero sin la brillantez de esta primera entrega, convirtiendo en caricatura lo que aquí se muestra con más seriedad.
Tom Cruise, profesional del medio, con olfato para saber los gustos del público, quiso formar parte de este subgénero con Jack Reacher (2012, Christopher McQuarrie), amoldando el personaje literario, un armario abierto de casi dos metros, a su forma física, respetando su gran inteligencia y bagaje como policía militar que siempre está dos pasos por delante que sus compañeros en el caso a resolver. Como ya se ha dicho, las secuencias de acción con estos personajes son explosivas, con una duración pequeña pero espectacular. Una gran producción con una fallida secuela pero que se ha revitalizado con una reciente serie de televisión, respetando el físico del personaje y siguiendo las convenciones que se han reseñado en este artículo.
Desde Corea del Sur llega El hombre sin pasado (2010, Lee Jeong-Beom), historia que comparte trama con El fuego de la venganza, la de un agente especial que tiene que rescatar a una niña de una organización criminal. De esta película se destaca su narrativa, porque las secuencias de acción son mínimas, pero un brío y una emocionalidad por la conexión entre el hombre y la niña que no da pie a que el espectador se distraiga.
Todas las virtudes de este personaje solitario, muchas veces lastrando una losa emocional que hace que quiera ayudar al desvalido, explotando en unas estilizadas y grandes escenas de acción, con una labor del director de fotografía superlativa confluyen en John Wick. Una primera película respetando estos cánones, con una gran carga en el suspense con contundentes escenas de acción, pero que va creciendo en espectacularidad y magnificencia en cada entrega, con el do de pecho en su cuarta y última parte, haciendo al personaje poco menos que un superhombre. Un espectáculo visual y sonoro apabullante.
Estas son divagaciones en donde veo una línea temporal que hace que una idea alimenta a otra, generando nuevas corrientes que explotar y evolucionar. Esto son solo unos apuntes y recomendaciones de películas. Hay una miríada de títulos que son o han sido influyentes que he omitido bien porque no las recuerdo o no las conozco, y acotado a un personaje concreto y a la industria estadounidense, saltando a producciones de otros países que alcanzaron un renombre.
DISPONIBILIDAD EN STREAMING:
NETFLIX: The equalizer 2. Objetivo: La Casa Blanca. The shooter. El padrino. El fuego de la venganza. Redada asesina 1 y 2.
HBOMAX: Training day. El padrino. Saga bourne
PRIME VIDEO: The equalizer 1 y 2. El padrino. El fuego de la venganza. Saga Bourne. Dos policías rebeldes 1 y 2. Bala blindada. Reacher (serie)
DISNEY+: El fuego de la venganza. La roca. Armageddon. Venganza.
MOVISTAR PLUS: The equalizer1 y 2. The shooter. Training day. El fuego de la venganza. Saga Bourne. Dos policías rebeldes 1 y 2. Armageddon. Venganza. Jack Reacher.
SKY SHOWTIME: The shooter. Saga Bourne. Asalto al distrito 13. Jack Reacher.
TRAILER:
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