Kira Thomsen, nueva receptora del Club Voleibol Esquimo

La receptora estadounidense aterriza en Dos Hermanas para dar “profundidad” a un calendario que no perdona.

Llega un fichaje de los que se anuncian con prisa y sonrisa contenida. Kira Jade Thomsen, atacante de acento americano y hambre de puntos, ya es nueva jugadora del Club Voleibol Esquimo. El club de Dos Hermanas la presenta como receptora —esa pieza que equilibra la rotación y calma la estadística— con la promesa de añadir una capa más de opciones en un curso que se intuye largo y apretado .

Su bitácora tiene kilómetros. Universidad de Montana como hogar formativo, premios y presencias constantes en la Big Sky Conference, y salto inmediato a Europa: primero la liga sueca con el Örebro VBS —donde se convirtió en máxima anotadora de la competición— y, después, la Bundesliga con el Schwarz-Weiss Erfurt. Entre un vuelo y otro, una escala de prestigio: el campeón de la liga profesional estadounidense, el Orlando Valkyries, para curtirse todavía más en ritmo y exigencia .

No es un fichaje para la foto, sino para el saque rival en el 22-22. Thomsen llega para sostener recepción, convertir balones difíciles en opciones y, cuando haga falta, reclamar el último ataque sin temblar. En el club lo explican sin rodeos: “nos va a dotar de profundidad” en un calendario que aprieta, confían en su adaptación rápida y subrayan su carácter competitivo y su aporte “en todas las facetas del juego” —palabras del general manager, Ricardo Lobato, que suenan a hoja de ruta más que a bienvenida ceremonial .

Para el Esquimo, el movimiento tiene algo de declaración: se puede pelear la temporada desde la mezcla justa de cantera, oficio y ese fichaje de última hora que cambia la temperatura del vestuario. Para Thomsen, Andalucía es una página nueva en una carrera que ha aprendido a convivir con idiomas, sistemas y pisos ajenos. La red, ya se sabe, tiene el mismo alto en todas partes; lo que cambia es el ruido de la grada y el pulso de quien decide el punto.

En Dos Hermanas, la pelota empezará a contar desde el primer saque. Si de verdad el voleibol es el arte de administrar la duda —¿tocar, fintar, reventar?—, la llegada de Thomsen añade una certeza: habrá alguien dispuesto a elegir con la serenidad de quien ha visto mundo y con la ambición de quien desea escribirlo en el marcador.

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