Las Hermandades de Santa Ana y Valme celebraron juntas una Misa en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas y se trasladaron juntas a Santa María Magdalena, dejándonos unas imágenes para la historia.
El sábado 9 de septiembre el Monasterio de las Carmelitas Descalzas se convirtió en el centro espiritual y devocional de Dos Hermanas. Ambas devociones, Ana y Valme, Patrona y Protectora, presidian el patio del monasterio ante la mirada de una multitud de nazarenos para celebrar V siglos de Hermandad de Santa Ana y 50 años de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de Valme.
A las 20:00 horas se inició la Santa Misa presidida por D. José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla y concelebrada por varios sacerdotes nazarenos. A dicho acto asistieron las autoridades y representaciones de las distintas hermandades. La comunidad de Madres Carmelitas salió al patio y colocada al lado de Santa Ana asistieron de primera mano de este acontecimiento histórico. Acompañaron con sus cantos el Coro de Valme.
Al termino de la Misa la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas hizo entrega de un broche de corales como el que porta el Simpecado a ambas hermandades. La Hermandad de Santa Ana hizo entrega de una replica de la cruz visigoda que apareció en el descubrimiento de la Santa a la Hermandad de Valme y de un modo especial a la Comunidad Carmelita. Así mismo las Madres Carmelitas hicieron entrega a Valme y Santa Ana un broche con el escudo de la Orden.
Santa Ana inició el traslado de vuelta entre una gran muchedumbre de personas que se agolpaban en las puertas del monasterio para acompañar a ambas devociones. A continuación lo hizo Nuestra Señora de Valme. La gran cantidad de personas y la demora en la salida, produjo que ambas imágenes al principio estuvieran un poco mas separadas aunque a la llegada al centro se pudieron situar mas cerca.
Recorrieron las calles Fernando Quiñones, Miguel Hernández, Luis Cernuda, Garcilaso de la Vega, Las Cruces, Avd. de España y el Puente de la Moneda. En el puente se pudo contemplar el río de personas que acompañaban a la Santa y a Valme con gran devoción.
Después de recorrer la Avd. de Sevilla, en la calle Botica el Coro de Valme, desde la Peña Bética, cantó a Santa Ana y a Valme; viviéndose uno de los momentos más fervorosos del traslado.
A la llegada a la Casa Hermandad de la Oración en el Huerto en Aníbal González, Santa Ana y Valme se pusieron juntas frente a la corporación del Miércoles Santo, que se encontraba engalanada para la ocasión.
Después, ambas Imágenes se dirigieron hasta la Calle Melliza, donde la Hermandad de la Borriquita les recibió con una pequeña historia narrada por los pequeños de la Hermandad donde Santa Ana enseñaba a leer a su Hija María.
Pasando por la Calle Nuestra Señora de Valme, ambas devociones hicieron parada en la Casa Hermandad del Santo Entierro, antes de realizar la entrada en la Parroquia.
Transcurrida las 2 de la madrugada, Santa Ana se colocó en la puerta de la Parroquia frente a la Virgen de Valme, donde el silencio se hizo oración. Una vez entrada Santa Ana lo hizo la Virgen de Valme y ambas se colocaron dentro de la Capilla Sacramental, dejándonos la ultima gran estampa para la historia.
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