El cómic francés nunca deja de sorprender por su calidad estilística y versatilidad narrativa. Blue Note es uno de los mejores ejemplos recientes.
Francia se ha ganado a pulso ser la gran potencia comiquera de Europa. Desde Astérix hasta Spirou, son muchas las historietas emblemáticas que vieron luz en nuestro país vecino o, en todo caso, Bélgica. Y es que, de reconocido prestigio en todo el mundo, la tradición del cómic franco-belga suele conllevar una mayor implicación de los autores en el proceso creativo de la obra. También son otras las temáticas que imperan, correspondientes en muchos casos al propio cine europeo. Si comparamos ambas industrias a un lado y otro del charco, es fácil hallar similitudes en los procesos de producción.
Además, la periodicidad de estos “álbumes” suele ser menor a la del cómic americano: las grandes editoriales de este último tienden a trabajar mensualmente, con publicaciones que a menudo saturan a los artistas y los obligan a sacrificar su precisión en pos de completar su trabajo a tiempo. La escuela francesa es mucho más comedida en este sentido, pues, como si habláramos de pintores propiamente dichos, suelen comprometerse largo y tendido (a veces incluso años) con una sola obra. Desde luego que siempre hay excepciones, pero historias como la que nos concierne hoy dan prueba de que, en este lado del mundo, calidad suele prevalecer sobre cantidad.
Blue Note es obra de Mathieu Mariolle y Mikaël Bourgoin, dos artistas que, aunque no excesivamente reconocidos en la industria global, gozan de cierto prestigio dentro de las fronteras francesas debido a la calidad de sus trabajos. No cuentan con un historial demasiado extenso, pero fue este cómic el que realmente llegó a marcar un punto de inflexión en sus carreras.
Respecto a su argumento, basta con limitarse a leer el subtítulo de la historia: “Los últimos días de la Ley Seca”. Y es que cuenta eso mismo, situando al lector en una espectacular Nueva York durante la década de los treinta, con sus excesos y sus maravillas. Sus páginas ilustran tanto el lado más decadente y empobrecido de la ciudad como su faceta esnob y burguesa, todo ello gracias a una verosimilitud solo posible gracias al tremendo esfuerzo de documentación de los autores.
Entrando en aspectos más concretos, Blue Note pone el foco en dos personajes: John Doyle y Ray Jameson. El primero es un boxeador veterano que decide volver a la ciudad para zanjar algunos asuntos pendientes y retomar su carrera; el segundo, un músico de jazz afroamericano que emigra a Nueva York con la esperanza de hacerse un hueco en la creciente escena nocturna. Ambas historias son independientes pero se entrecruzan sutilmente a través de algunos personajes secundarios, así como la propuesta de los últimos treinta días de Ley Seca, que articulan todo el conjunto narrativo.
Blue Note juega con las tendencias del género noir y de detectives, nutriéndose del cine negro de los cincuenta para mantener absorto al lector con su misterio y sus varios giros argumentales. Igualmente, en la línea de la escuela franco-belga, mantiene una trama principal bastante homogénea donde priman los diálogos y la propia narración del apartado artístico.
Resulta impresionante cómo trazo y color de Bourgoin se funden en una pieza capaz de impresionar como cualquier cuadro expuesto en un museo. Cuando tiene que ser crudo y realista se amolda perfectamente a las necesidades, pero se desata con una identidad única a la hora de representar visualmente la música (quizá el mayor atractivo artístico del cómic) y retratar el poder de las emociones como algo onírico y surrealista, al más puro estilo de Bill Sienkiewicz. El grado de detalle en la representación de los bajos fondos es de diez, pero es la vertiente más experimental del dibujo la que atrae toda la atención.
Es indiscutible que Blue Note, publicado por primera vez en España en 2019, es uno de los mejores cómics franceses de los últimos años. Por la elegancia e influencias de su narración y el constante síndrome de Stendhal que se siente al contemplar cada página ilustrada por Bourgoin, se vuelve en un indispensable que no puede faltar en las estanterías de ningún lector empedernido.
Ficha técnica
Nombre: Blue Note: Los últimos días de la Ley Seca
Numeración: Blue Note Tome 1 y Blue Note Tome 2
Editorial: Norma Editorial
Precio: 29,95€
Autores: Mathieu Mariolle (guion), Mikaël Bourgoin (guion y dibujo)
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