Sound of freedom (2023). Director: Alejandro Monteverde. Intérpretes: Jim Caveziel, Mira Sorvino, Kurt Fuller
SINOPSIS: Tim Ballard, ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, se sumerge en el submundo del tráfico de personas para intentar salvar las vidas de cientos de niños que son utilizados para fines malvados.
OPINIÓN: Toda la campaña de promoción la dejo para el siguiente apartado, ya que es un tema que tiene varios apuntes interesantes. Lo que toca es hablar de si esta película se puede ver o no. Vivimos en tiempos muy polarizados, donde obligan a posicionarse en un bando y rechazar de plano todo lo que ofrece el contrario. En el mundo cinéfilo se ven en aquellos que desprecian todo lo que huela a comercial porque el verdadero cine es la película que ofrece X director paquistaní, que puede que sea buena, pero que eso no desmerece a una superproducción que también puede ser buena.
Con esta producción ocurre que su publicidad juega a veces en contra. Algunos movimientos de promoción la ubican en las ideologías más extremas, a la vez que dicen que el espectro contrario quiere ocultar la cinta porque muestra actividades que no se quieren que se sepan, cuando su trama se ha visto mil veces, la de un agente gubernamental reconvertido en héroe solitario que se aparta de la ley para rescatar a niños víctimas de secuestro con el fin de ser abusados y demás prácticas aberrantes.
Esta película puede ser tranquilamente una producción típica de la Cannon, esa compañía que reinó en los 80 con películas de acción extremas y disfrutables. Porque este último adjetivo es el adecuado para Sound of freedom. Le he enseñado a varios amigos el tráiler de la película y han acabado entusiasmados y con ganas de verla. Esta película tiene en su tráiler los elementos típicos que hace que al espectador le entre ganas de verla.
Sustituyes a Caviezel por Norris o Bronson y el film no se diferencia en nada a películas como Invasión U.S.A (1985, Joseph Zitto), sustituyendo el terrorismo por el tráfico de personas. Porque este film no deja de ser la manida historia de acción y venganza, con un héroe con el que se puede empatizar y con un uso de la acción muy familiar. Y esto es lo que de verdad importa: sentarse en una sala de cine, dejar los problemas propios en la entrada y entretenerse, que es el fin último del séptimo arte. Y si además deja un poso de reflexión, pues eso que ganamos.
Las secuencias en la selva, la concepción y nacionalidad de los personajes, y la idea que se tiene sobre países latinoamericanos, donde tiene que venir el salvador blanco a poner orden y limpiar la mugre humana, pero es un tropo que está muy calado en la concepción de guiones. Con esto no creo que se quiera transmitir ideas sobre la superioridad del hombre blanco occidental, sino que recurren a un argumento que de manera inconsciente gusta, ya que el primer público al que va esta película han visto mil películas con este elemento. Eso no quiere decir que todos los que vean Sound of freedom sean de algún tipo de radicalismo o apoyen esta táctica narrativa, porque gran parte de este público no se fija en estos detalles, pero ese es el debate que ha generado en las calles.
Hay que dejar de lado polémicas fabricadas y disfrutar de esta historia, mil veces contada y que siempre seduce al público.
CURIOSIDADES: Promoción con la tergiversación por bandera.
Al igual que el fenómeno Barbenheimer, esta película no se entiende si no se pone en contexto. Cinta de corte independiente, distribuida por Angel Studios, que compró los derechos sobre el film después de que 20th Century Fox, productora que iba a comercializar la película, fuese comprada por Disney. Esto dio pie a que se propagaran rumores de que querían enterrar la cinta por la presión de la Élite gobernante, que no quería que el público tuviera acceso a este producto. Se propagó la historia de que la compañía del ratón compro la Fox para que esta película nunca viera la luz.
La campaña publicitaria empezó a girar sobre esta supuesta polémica y la defensa de la fe. Eduardo Verástegui, el productor, es un devoto creyente. Jim Caviezel, el actor que interpretó a Jesús de Nazaret en la obra maestra La pasión de Cristo (2004, Mel Gibson), que es otro creyente, declaró que la ayuda de Dios haría caer imperios corruptos, haciendo con esta película un símil con la historia de David y Goliath, con Sound of freedom en la piel del héroe hebreo.
Para apoyar esta conspiración de que no quieren que el público vea el film, Angel Studios promovió una campaña publicitaria en la que se ponían a disposición de quien no podía permitírselo, entradas de cine a cuenta de la productora. Al comprar entradas a ciegas, ocurrió que muchas salas estaban medio vacías, ya que muchas localidades estaban ya vendidas. Con esto también sacaron provecho, ya que se rumoreó que manipulaban el aire acondicionado para incomodar al público y que este abandonase la sala.
Esta película, al tener una trama y elementos muy utilizados en los años 80, no tiene las características sobre la inclusividad o empoderamiento, por ejemplo, que están normalizándose, y se prohíbe por no ser Woke. Nada más lejos de la verdad. Tramas de trata de personas y tráfico de órganos se utilizan en muchas películas. Recomiendo una miniserie que trata este desgraciado movimiento de esclavitud moderna con bastante objetividad: Tráfico humano (2006, Christian Duguay), que habla sobre una detective que investiga sobre la trata de mujeres que son raptadas para que ejerzan prostitución. Miniserie que deja al espectador reflexionando sobre esta desgraciada actividad.
TRAILER:
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