Como su propio nombre indica, el medio que nos suele concernir en esta sección se cimenta sobre unas bases cómicas. Y, aunque la raíz etimológica de dicha palabra no tenga el mismo significado que le concedemos hoy en día, sí que está relacionada con el ocio. Dicho esto, es bien sabido que no hay mejor manera de entretener al consumidor que mediante la risa.
Es innegable que mucho del entretenimiento contemporáneo ha derivado en lo que se conoce como dark and gritty debido al pesimismo de la vida en el siglo XXI y la búsqueda del hiperrealismo, de lo excesivamente edgy (lo que en un vocabulario de lo más vulgar se conocería como “intensito”). Estas características aplican principalmente a los géneros más populares dentro del cómic, desde el manga hasta los superhéroes, aunque lo cierto es que nadie se libra.
Sin embargo, esta oleada de depresión social también ha propiciado el surgimiento de nuevos géneros como el hopepunk, que apelan al optimismo como principal herramienta contra las vicisitudes. Es así que en los últimos tiempos han empezado a aflorar historias donde los clichés relativos a la violencia, el acoso o cualquier tipo de problemática propia de nuestra imperfecta realidad desaparecen, dando pie a un mundo que, aunque apegado a nuestro día a día, parece mucho más perfecto.
El mundo de Giant Days es algo similar a eso: en parte idílico, propio del género conocido como feel good, donde el espectador desea formar parte de la ficción que ve. Pero, en un acercamiento a la realidad propio de Los Simpsons (una de sus grandes inspiraciones en lo que a humor se refiere), no deja de reflejar problemas de la rutina y males a los que el público objetivo de esta historia tiende a enfrentar a lo largo de su vida, factores que ayudan a reforzar la empatía con los personajes.
Giant Days se sitúa en el mundo universitario británico, siguiendo las vidas de tres jóvenes estudiantes que, pese a sus dispares personalidades, comparten hogar mientras tratan de graduarse y sobrevivir al hostil mundo académico y a la incertidumbre de la inminente adultez. En medio de todo esto se verán envueltas en un sinfín de aventuras absurdas, así como varios amoríos y situaciones mediante las que se descubrirán a sí mismas, sin perder en ningún momento el humor ligero que caracteriza a la historia.
Aunque se puede disfrutar en cualquier momento vital, este cómic se enfoca principalmente en el nicho de los jóvenes adultos: es decir, todos aquellos que han dejado atrás la adolescencia pero aún no han terminado de dar el paso hacia la vida adulta en su sentido más rotundo. Desde luego, teniendo en cuenta la situación del mercado laboral y la dificultad que supone hoy en día independizarse y empezar a vivir libremente, es un rango de edad cada vez más amplio. En ese sentido, Giant Days no deja de sentirse como una obra contemporánea pese a que su último número se publicara hace años.
Así pues, Giant Days es un cómic para dejarse llevar y divertirse, que permite desconectar durante un rato de gozo asegurado. Su humor es modesto y en ocasiones incluso algo bobo, aunque es capaz de tornarse sumamente inteligente cuando la situación lo requiere, del mismo modo que no olvida dejar cierto poso emocional al final de cada número.
No por tratarse de un slice of life se convierte en una historia intrascendente, pues se asegura de que el lector termine cada tomo con un sentimiento de lección de vida aprendida: las tres protagonistas son tremendamente imperfectas, y sus personalidades dispares permiten que cualquiera encuentre a una a la que señalar diciendo “soy literalmente yo”, aunque todas tengan elementos con los que resulte fácil empatizar.
Además, Giant Days no abusa de los globos de texto y se permite una lectura rápida, donde el estilo simplista de Max Sarin logra guiar la vista del lector con premura, acorde a la narración veloz de una historia equivalente a una comedia televisiva de veinticinco minutos. Los fondos son básicos y los colores planos, pero es eso mismo lo que el cómic busca: no regodearse, simplemente resultar efectivo con lo que pretende contar.
El término “historia de chicas” quedó obsoleto hace muchos años, pero, aunque solo una pequeña parte de tal idea siguiera presente, no podría considerarse a Giant Days como parte de ella. Y es que, aunque sus tres personajes principales sean femeninos, el cómic se las apaña para apelar al conjunto de la población, especialmente juvenil, independientemente de su género. Los problemas de la mujer en su rutina están más que presentes, pero contados de una manera que busca conexión emocional y, en algunos casos, incluso instrucción.
Giant Days no defrauda: es el cómic perfecto para quien busque algo ligero pero no vulgar, de lectura rápida y con personajes carismáticos, capaz de hacer sentir bien al lector a través de pocas viñetas y lograr que ría a carcajadas con su humor irreverente.
Con sus catorce tomos en tapa blanda publicados por Fandogamia, la historia completa sigue a disposición del público y a un precio más que accesible para la clase de lectores a los que apela.
Ficha técnica
Nombre: Giant Days
Numeración: Giant Days #1-4 USA (primer tomo)
Editorial: Fandogamia
Precio: 11,00€
Autores: John Allison (guion), Lissa Treiman y Max Sarin (dibujo)
Giant Days. Un soplo de aire fresco.
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