Se reedita en formato DC Pocket una de las historias modernas más recordadas del Hombre de Acero, con dibujo del recientemente fallecido Carlos Pacheco.
Al pensar en cómics emblemáticos del siglo XXI protagonizados por el primer superhéroe de todos, suele ser All-Star Superman el que aparece en la mente de la mayoría. Pero hay historias más allá de aquella cuyas viñetas aparecen constantemente en vídeos recopilatorios e imágenes de redes sociales, y La Caída de Camelot es una de las más memorables.
Escrito desde 2006 a 2008, el cómic cuenta con guion de Kurt Busiek. Este autor no necesita presentación, al menos para quienes ya lleven unos años en este mundillo. Creador de obras legendarias como Marvels o Siempre Vengadores, tiene algunos de sus mejores hitos en la editorial rival. Sin embargo, su trabajo en DC tampoco se queda atrás: otras historias del Hombre de Acero, como Identidad Secreta, dan prueba de ello.
Y es bien sabido que Kurt Busiek sentía afinidad por cierto dibujante español. O, siendo un poco más concreto, gaditano. Hablo, como no puede ser de otra manera, de Carlos Pacheco, estrella indiscutible de todo cómic al que aportara sus lápices. Su trabajo con Busiek en múltiples historias de los Vengadores, la mítica Arrowsmith y el cómic del que toca hablar hoy supuso uno de los mejores dúos de la historia de este medio.
Antes de que nos dejara por culpa de la Esclerosis Lateral Amiotrófica, hace ya dos años, Carlos Pacheco llegó a ser considerado como uno de los pioneros españoles de la ilustración en Estados Unidos, un auténtico referente para toda la generación contemporánea de dibujantes nacionales. No solo fue precursor sino que logró destacar por el gran dinamismo de sus figuras y su insondable conocimiento de la historia superheroica, una cualidad que solía repercutir en las decisiones de todo guionista con el que trabajaba.
Usualmente junto a Carlos se dejaba caer Jesús Merino, también gaditano, quien se ocupaba de ensalzar los dibujos de su amigo y compañero con un habitualmente exquisito trabajo de tintas. Es más que notable la evolución de ambos desde sus primeros ejercicios conjuntos en Marvel hasta La Caída de Camelot, aunque siempre con una calidad indiscutible.
Y es que no es de extrañar que las obras ilustradas por Carlos se reediten constantemente en su país natal, donde se valoran tanto como en Estados Unidos, quizá incluso más. Esta historia de Superman es uno de los emblemas de su talento, una de esas obras capaces de producir nostalgia con cada página. El gaditano dejó este mundo para siempre, pero su leyenda perdura a través de innumerables viñetas icónicas. Siempre Pacheco.
Pero La Caída de Camelot no merece únicamente todo este reconocimiento por su apartado gráfico. Al fin y al cabo, Kurt Busiek tampoco suele defraudar en lo que respecta a la historia. Es bien conocida su labor como “historiador” de los superhéroes, una auténtica biblioteca andante con gusto por preservar la continuidad. Sin embargo, en este cómic se sale de su zona de confort y, en lugar de rebuscar glorias pasadas, trata de aportar algo nuevo a la historia de Superman.
Lo que La Caída de Camelot nos cuenta se cuece a fuego lento, siendo una historia que entrecruza varias tramas aparentemente aisladas con el propósito de desembocar en un gran acontecimiento. Y es que Superman se enfrentará a algo nunca visto, una idea que va más allá de su moral y principios: una predestinación. No por nada la magia es la segunda mayor debilidad del kryptoniano, y luchar contra el hechicero atlante Arión le supondrá más de un quebradero de cabeza. Todo esto, claro, con el fin de evitar el cumplimiento de una supuesta profecía que señala el fin de la humanidad por culpa del propio Hombre de Acero.
Es cierto que Busiek se recrea excesivamente en sus manierismos, generando constantes “inserts” que cobran sentido con el paso de los números. Esto logra que el cómic se sienta ligeramente estirado, como si la editorial hubiera exigido más contenido del que la historia requería, pero es un detalle menor y que no perturba excesivamente la calidad de un tebeo fascinante por el conflicto que genera en un héroe aparentemente invencible.
Resulta fascinante explotar futuros posibles y realidades alternativas en un cómic como este, que se presta no solo a las grandes batallas sino también a la reflexión. Vemos a un Superman más contemplativo de lo común, capaz de cuestionarse su propio papel en la Tierra y si sus acciones como superhéroe son lícitas.
La historia presenta también a un villano conocido como Sujeto 17, una especie de monstruo colosal cuya única finalidad es generar espectaculares escenas de acción. Pero lo que se lleva la palma son los diálogos entre Clark y Arión, que conllevan interesantes debates morales. Escribir a un personaje tan poderoso como Superman nunca es fácil, pero Busiek siempre ha sabido que la clave está en sus debilidades. Y, por supuesto, estas no se limitan a la kryptonita.
ECC Ediciones publica este cómic en el económico formato DC Pocket, aunque también sigue disponible en edición FOCUS, con un tamaño ideal para disfrutar de los lápices de Carlos Pacheco. Cualquiera de ambas es una buena opción: aunque a veces no repitan la grandeza de su pasado, las leyendas siempre tienen algo nuevo que aportar.
Ficha técnica
Nombre: Superman: La Caída de Camelot
Numeración: Superman #654-658, #662-664, #667, Superman Annual 13 USA
Editorial: ECC Ediciones (DC)
Precio: 9,45€
Autores: Kurt Busiek (guion), Carlos Pacheco (dibujo), Jesús Merino (entintado)
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