Llega a las librerías españolas la nueva aventura de Wanda Maximoff, con una identidad renovada tras sus recientes éxitos en taquilla y Disney+.
Si hablamos de dolor y pérdida, pocos personajes del Universo Marvel pueden competir con la Bruja Escarlata. Tras su debut en el X-Men #4 de 1964, Wanda ha sufrido una evolución digna de estudio: de villana a Vengadora, pasando por esposa, madre soltera y antagonista principal de ciertos eventos. Poco queda ya de la Bruja de aquellos primeros cómics, siempre dependiente de los héroes masculinos tal como indicaban las tendencias del momento. Condicionada por los sucesos de Los Vengadores de Kurt Busiek y George Pérez y su caída al lado oscuro en la saga de Dinastía de M, la versión más contemporánea del personaje destaca por sus claroscuros, su independencia y, sobre todo, su poder inconmensurable.
Parte de esto puede verse en las recientes adaptaciones del Universo Cinematográfico de Marvel, que han tomado a esta hechicera como uno de sus iconos principales. En la serie de Disney+ Bruja Escarlata y Visión (Wandavision) se exploraron la psique trastornada del personaje y su maternidad, aspectos esenciales para su contraparte de las viñetas. Un año más tarde, en la película Doctor Extraño en el Multiverso de la Locura, secuela del filme del 2016, los espectadores descubrieron a una Wanda completamente consumida por el odio y el dolor, llevada por un camino donde la redención parecía inalcanzable.
Sin ningún proyecto anunciado en el horizonte, el futuro del personaje interpretado por Elizabeth Olsen es incierto. Sin embargo, los cómics pueden ayudar a intuirlo. Y es que, al igual que ha ocurrido en las películas, hay un acontecimiento traumático que marca el presente de Wanda Maximoff. En ambos medios tiene que ver con la pérdida de sus hijos, aunque en los tebeos ocurre a una escala superior. Su deseo de recuperarlos condujo a los sucesos de Vengadores: Desunidos y Dinastía de M, donde, tras causar la disolución de los Héroes Más Poderosos de la Tierra, la Bruja alteró la realidad a su antojo causando un gran caos en el mundo mutante.
Han pasado casi dos décadas desde aquel catastrófico evento, pero la culpabilidad continúa siendo la columna vertebral del personaje en tiempos recientes. No obstante, las cosas parecen haber empezado a cambiar. El primer paso se dio en Patrulla-X: El juicio de Magneto, miniserie del 2021 donde Wanda logró hacer las paces con los mutantes tras casi extinguir a su especie años atrás.
No ha hecho falta esperar mucho para conocer el siguiente paso de esta senda de redención. La nueva serie del personaje, con guiones de Steve Orlando y la italiana Sara Pichelli a los lápices, supone una renovación espiritual para la Bruja Escarlata. Influenciada por su incursión cinematográfica y con un tono ligero, la colección de cómics sigue el testigo de las historias escritas por James Robinson en 2015. Si bien aquella saga de quince números se caracterizó por su carácter episódico, esta apuesta por una estructura similar pero con elementos que articulan una trama mayor en el trasfondo. Además, la continuidad en la ilustración (cosa de la que no puede presumir la serie previa) ayuda a dar entereza al universo que se hilvana en estas páginas.
Dicho esto, es necesario destacar uno de los aspectos más positivos de la historia: su apartado gráfico. A Sara Pichelli se la conoce por co-crear junto a Brian M. Bendis a Miles Morales, el Spiderman que tanta popularidad ha adquirido recientemente gracias a la saga animada de Spider-Verse. Pocas pegas pueden ponérsele a su trabajo en este cómic, elegante y femenino en su diseño, enriquecido gracias a los tonos sutiles del colorista Matthew Wilson. La italiana dibuja a una Wanda distinta a la habitual, próxima en apariencia a sus raíces: con la piel morena, lunares y un precioso vestuario, esta Bruja Escarlata parece haber abrazado como nunca su ascendencia romaní.
Mención especial merece también Russell Dauterman, conocido por haber diseñado a Jane Foster como la Poderosa Thor en 2014. Si bien en esta ocasión se limita a ilustrar un único número, el autor vuelve a demostrar su talento para el diseño con la confección de un nuevo traje para la Bruja. Incorporando motivos lunares y una cabellera cósmica, este atuendo debutó en el especial X-Men: Hellfire Gala del 2022 y ha acabado formando parte de la regularidad episódica del personaje.
Pero no todo va a ser apartado gráfico. Y es que pueden decirse muchas cosas de Steve Orlando, guionista recién incorporado a la Casa de las Ideas tras su largo paso por la Distinguida Competencia. Este autor suele cosechar críticas mixtas, cosa que ya ocurrió con Darkhold, la primera serie que firmó para Marvel y donde tuvo su primer contacto con la Bruja Escarlata. El convulso historial de publicación de Wanda y su dinámica con otros héroes la convierten en uno de los personajes más complejos de la editorial, lo que suele incitar a los autores a tratar de innovar con propuestas curiosas. La presencia mágica ofrece un inabarcable abanico de posibilidades que en esta ocasión se manifiestan a través de una tienda con propiedades místicas, que se convertirá en el eje de toda la narración.
Tras su paso por la serie de Wonder Woman en la compañía rival, Orlando demuestra una gran capacidad para escribir personajes femeninos y sus inquietudes. En este sentido, la historia sigue la estela de La Senda de las Brujas de Robinson: con un espíritu orgullosamente feminista, aquella saga trató de alejar a la hechicera de sus habituales compañeros masculinos para concederle la independencia que merecía. En esta nueva serie, muchos de los argumentos sirven como metáforas de problemas que la mujer llega a enfrentar en la realidad: manipulación, experiencias traumáticas e incluso sectas. Que sea la propia Bruja Escarlata quien ayuda a plantar cara a estos males cierra un círculo para su personaje.
Sin embargo, no todo van a ser alabanzas. Y es que este camino de redención, aunque correcto en su propuesta, resulta algo repetitivo. Funciona en un sentido narrativo, especialmente para nuevos lectores a quienes las películas hayan incitado a su primera lectura, pero puede resultar algo cansino para los que siguen las desventuras de Wanda desde hace décadas. Orlando cae en ciertas redundancias, presentes a través de diálogos capaces de provocar múltiples déjà vues a los lectores avezados. El tono y la propuesta aportan algo nuevo, pero los argumentos se sienten vacíos y carentes de una resolución con auténtico poso.
A pesar de todo, Orlando demuestra un vasto conocimiento del Universo Marvel. En busca de conceptos añejos, hace trabajo de archivista para traer de vuelta a algunos personajes olvidados por el tiempo. Entre estos destacan el Corruptor, que debutó en el número cuatro de la serie de Nova durante los setenta, o Las Bacantes, unas amazonas que tuvieron su primera aparición en Fantastic Four #7 del 98, de la mano del maestro Chris Claremont. Aun así, no se olvida de sumar ideas de nuevo cuño e incluso incorpora a Darcy Lewis, personaje original de las películas, por primera vez en el mundo de las viñetas. La divertida amiga de Thor, interpretada por Kat Dennings, volvió tras años de ausencia al UCM a través de la serie Bruja Escarlata y Visión y desde entonces parece ligada al destino de la hechicera. Atrás quedaron sus días en compañía de Chris Hemsworth.
Wanda y Darcy dibujadas por Sara Pichelli, con color de Matthew WilsonIgualmente, La Bruja Escarlata: La última puerta trae de vuelta la serie regular de un personaje que merece más atención. Pese a sus carencias, las múltiples virtudes de la historia (además de un jugoso cliffhanger que implica a un personaje del pasado de Wanda) incitan a seguir leyendo para vivir más aventuras a través de mundos mágicos. Los próximos números prometen cruces con héroes y villanos de la talla de Hulking o Loki, así como el retorno de Agatha Harkness, mentora/adversaria histórica de la hechicera que saltó a la fama gracias a la serie de Disney+.
No es la mejor serie actual de Marvel, ni siquiera la más reseñable dentro de la escueta trayectoria de la Bruja. Sin embargo, La última puerta es un capítulo en la historia de Wanda Maximoff que ningún fanático debería perderse. Y, aunque no llegue a hacer las delicias de estos últimos, será un estupendo punto de partida para quienes acaben de descubrir que hay un mundo más allá de las películas.
Tanto en la gran pantalla como en las viñetas, a la Bruja Escarlata aún le quedan muchos hechizos por conjurar.
Ficha técnica
Nombre: La Bruja Escarlata: La última puerta
Numeración: Scarlet Witch #1-5 USA
Editorial: Panini Comics (Marvel)
Precio: 15,68€ (oficial)
Autores: Steve Orlando y Stephanie Williams (guion), Sara Pichelli, Chris Allen y Russell Dauterman (dibujo)
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