Ni siquiera la Casa de las Ideas resiste al auge del manga en los últimos años: una de las grandes promesas de la editorial incorpora elementos nipones al mundo de los superhéroes americanos.
No es secreto para nadie mínimamente docto de la cultura popular contemporánea que Japón está cada vez más presente en el mundo occidental. Se ve a diario a través del anime, una industria que genera millones y mueve masas, también del manga, que encabeza las listas de los más vendidos durante cada mes. Incluso la cultura japonesa más tradicional se está instaurando con éxito: se abren restaurantes de sushi y tiendas especializadas a un ritmo desenfrenado.
El cómic americano, competidor directo del manga, no ha dejado pasar esta información. Y no es la primera vez que se vive algo así, de hecho, pues durante los años noventa ya ocurrió algo similar con el denominado estilo “amerimanga”: este consistía en una fusión del habitual dinamismo hipertrofiado de los superhéroes con los rasgos anatómicos habituales del manga, dando como resultado una tendencia que influenció a artistas icónicos como Joe Madureira.
Con este auge de lo japonés, no es de extrañar que editoriales como Marvel y DC hayan decidido incorporar nuevos artistas extranjeros a sus filas durante los últimos años. Esto se ha visto sobre todo reflejado en colaboraciones que, más que nada, han resultado en trabajos curiosos pero anecdóticos: la Distinguida Competencia ha presentado rarezas como su Superman VS. la comida japonesa o un manga centrado en la Liga de la Justicia.
No obstante, ha sido Marvel la que ha sobresalido a la hora de incorporar ambos estilos sin causar estragos ni escandalizar al público de ambos extremos. Es aquí donde entra Peach Momoko, una de las últimas incorporaciones más ambiciosas de la Casa de las Ideas y cuyo talento no deja de crecer con cada nueva oportunidad.
Fue en 2020 cuando esta artista nacida en Saitama, Japón, firmó un contrato de exclusividad con Marvel. Esto ocurrió después de que entrara a formar parte de los Stormbreakers, un grupo de jóvenes talentos a quienes la editorial trata de potenciar anualmente y que ha tenido entre sus filas a españoles como Carmen Carnero o Iban Coello.
Momoko debe su éxito principalmente a las portadas, ilustrando cantidad de versiones alternativas que han llegado a cautivar a los fanáticos mucho más que las convencionales. 2021 supuso un punto de inflexión para la artista, pues fue entonces cuando recibió un premio Eisner (considerados por muchos los Óscars del cómic) por sus portadas para Marvel.
Desde entonces, la japonesa no ha dejado de trabajar en la editorial y ha estado presente en muchas de las mayores cabeceras de sus superhéroes. Su estilo de acuarela con tonalidades pastel le han ganado su gran fama, ofreciendo algo radicalmente distinto a lo que nos tienen acostumbrados. Destaca además por el carácter onírico de sus ilustraciones, con un notable contraste entre lo grotesco y lo cuqui, como si Studio Ghibli y el terror de Junji Ito se dieran la mano.
Entre sus proyectos más recientes se encuentra el relanzamiento de Ultimate X-Men, surgido a raíz de la vuelta del Universo Ultimate planteada por Jonathan Hickman. Situar a los icónicos mutantes de Marvel en otro universo ha permitido que Momoko pueda lucirse con sus diseños únicos, dando rienda suelta a una imaginación desmedida y situada entre dos aguas.
La serie explora el lado más inquietante de la mutación de una manera muy oriental, colocando en primera plana a Armadura, la mutante japonesa que Joss Whedon ideó para Astonishing X-Men, así como una reinvención juvenil de la icónica Tormenta. Igualmente, no es su único trabajo notable en la Casa de las Ideas: también llevó a cabo un proyecto individual conocido como Demon Days, que surgió en 2021 y colocaba todo el Universo Marvel en el contexto del Japón feudal.
Esta extraña mezcolanza (cariñosamente conocida como el Momoko-Verso) unió los mitos marvelitas con los cuentos tradicionales de la mitología japonesa, así como el rocambolesco mundo de los espíritus conocidos como yokai. Esto dio como resultado curiosas versiones alternativas de Hulk, Spiderman o miembros de la Patrulla-X, causando sensación entre los fanáticos con gusto por lo oriental.
Tal fue el éxito de esta pequeña saga que la escala de ambición subió hasta el punto de dar pie a múltiples derivaciones, siendo la más importante Demon Wars, una suerte de trasunto de la mítica saga de Civil War, solo que en el contexto nipón. Panini Comics publicó recientemente esta colección en un volumen integral de lujo, siguiendo la estela del primer recopilatorio de Demon Days.
Enfocada en su trabajo con los mutantes del Universo Ultimate y sus muchas portadas, Peach Momoko sigue liderando las listas de popularidad dentro de los artistas contemporáneos de Marvel. La editorial apuesta fuertemente con ella y lo más probable es que siga haciéndolo, cosa que traerá más de una alegría a los fanáticos de sus obras. Que no son pocos.
Ficha técnica
Nombre: Demon Wars. Edición de lujo
Numeración: Daredevil Vol. 2 #9-15 USA
Editorial: Panini Comics (Marvel)
Precio: 40,00€
Autores: Peach Momoko (guion y dibujo)
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