El Barbenheimer. Parte 2. Vamos a hablar de los grandes éxitos de este año. Dos de ellas son marcas reconocidas y reconocibles en todo el mundo y la otra viene dirigida por el director que con solo su nombre en cartel llena las salas.
Super Mario Bros. La Película, la primera de las grandes marcas, Nintendo, no forma parte del fenómeno Barbenheimer, ya que estrenó varios meses antes, pero su brutal éxito la hace merecedora de hablar de ella. se estrenó en abril y su repercusión fue esperada pero que sobrepasó lo que se esperaba de ella. Una historia sencilla, divertida, con un uso de los elementos de los distintos juegos de Mario eficaces; con la canción Peaches que fue tendencia en redes sociales; aumentando las ventas de las consolas y juegos de Nintendo. Un éxito total en todos los aspectos. Costó 100 millones y recaudó más de 1.300 millones. Esta repercusión hizo que Nintendo presentara un calendario de estrenos de producciones cinematográficas de su videojuegos.
Barbie y Oppenheimer se estrenaron el mismo día, el 21 de julio. El marketing de las dos películas fue similar. Para apoyar el estreno de cada film, los directores y actores principales de cada una se hicieron fotos con las entradas de la cinta rival, incitando a que el público fuera a ver las dos, que no eligieran una en detrimento de la otra. También ayudó que se lanzaran en redes sociales una serie de carteles fusionando las dos producciones, dos historias tan diferentes entre ellas. Movimientos publicitarios para poder llevarse un trozo del pastel en este verano tan reñido y con tantos competidores asentados en el número 1 de taquilla secuela tras secuela.
La aceptación del público fue espectacular. Durante todo agosto se llenaron las salas y en todos los horarios, llegando algunos cines a colocar avisos de que las entradas estaban agotadas durante varias semanas. Algo que no se veía desde hace muchos años. Películas que llenaban los asientos más de un mes después de su estreno, y que en el momento de publicar este artículo sigue teniendo hueco en un par de sesiones diarias.
Algo que ha pillado con el pie cambiado a todo el mundo que se dedica profesionalmente a esto. Porque las características de cada cinta no es que sea algo que llene durante semanas las salas y que las críticas sean en su gran mayoría positivas.
Características.
Barbie es una película que sabe que va a levantar ampollas con su trama. Vivimos un época en la que si una mujer es protagonista se llenan las redes de comentarios vertiendo un odio hacia esto, donde solo hablan de inclusividad, empoderamiento y diversidad forzadas. Personajes que vomitan odio utilizando la palabra Woke como sinónimo de algo maligno, que retuerce y pervierte el orden natural de las cosas. Barbie muestra este odio en la película, y le da palos a todo lo que sea machirulo, porque son personas peligrosas que pueden hacer mucho daño. En la trama de Ken, vemos cómo el patriarcado destruye BarbieLand sin él pretenderlo porque pensaba que este concepto era otra cosa. Hoy en día hay muchos elementos que dispersan un discurso torticero y manipulador, lleno de falacias y de inconsistencias que cala en la gente y lo aceptan como algo real, cuando no todo lo que esgrime es cierto.
Greta Gerwich escribe una historia cambiando el rol de cada género, haciendo que sea el hombre el accesorio de la mujer, un tropo que ha existido siempre tanto en cine como en literatura; el personaje masculino habla del femenino porque todo pivota sobre ella, y cuando descubre que fuera de ese mundo es aceptado, quiere llevar ese concepto al suyo, pero no porque quiera ser el dominante sino para que Barbie si fije en él. Intenciones que tienen un inicio buenista pero que arrastra un lado negativo muy destructivo.
La cinta habla sobre cómo es la mujer en la sociedad, algunas veces sutil y otras a bocajarro, pero a mi parecer haciendo también hincapié en la sociedad que hay en BarbieLand, donde el hombre está en el lugar habitual de la mujer, y eso es una de las mayores críticas que le hacen a la película, curioso ya que es lo ocurre y ha ocurrido y no pasa nada.
Película a priori sencilla, pero con unas capas interesantes y necesarias. Y lo más extraño es el gran éxito económico, con un presupuesto de 145 millones ya lleva 1.400 recaudados, cuando todo lo que huela o le pongan la etiqueta Woke suele recibir boicot y rechazo.
Oppenheimer lo tiene mucho más complicado. La cinta dirigida por Christopher Nolan tiene una duración de 3 horas, intercalando secuencias en blanco y negro con las de color, donde no hay escenas de acción y sus diálogos son densos al centrarse en física cuántica, un tema que no suele ser de carácter popular. Estas características no suelen tener la aceptación de la gran mayoría a lo que hay que añadir que Warner movió la fecha de estreno de Barbie para estrenarla el mismo día, un movimiento que puede hacer pensar que el estudio lo hizo para perjudicar la producción dirigida por Nolan, que estuvo vinculado a Warner desde Insomnia, y que las desavenencias que hubo por el estreno en plataformas de su anterior film, Tenet, ocasionó que el director rompiera con la productora y se fuera a Universal.
Y con todo esto en su contra, la aceptación del público fue espectacular. Se ha aupado al tercer puesto como película más taquillera de Nolan, la primera de su carrera en mejores críticas, y mucho potencial para estar nominada en las mejores categorías en los Oscar. Con un presupuesto de 100M ya ha superado los 900M, algo increíble para una producción calificada R (solo mayores de edad), cintas que ganan más prestigio que dinero.
Y no es para menos. La duración no se nota nada, la inmersión en la mente del científico es hipnótica, y la crítica que se hace cuando Oppenheimer es investigado consigue transmitir la indignación hacia unos políticos corruptos y revanchistas. Una labor de montaje espectacular, con una narración no lineal que da saltos entre tres etapas de la vida de Robert Oppenheimer muy clara y sencilla de seguir, y la secuencia de la prueba Trinity que sin alardes técnicos consigue poner nervioso al espectador.
Durante todo el metraje revolotea en el aire una conversación que no se pudo oír entre Oppenheimer y Albert Einstein, trama que es más interesante si cabe que el desarrollo de la bomba atómica. Las actuaciones son fantásticas, destacando Robert Downey Jr., para mí el ganador como actor secundario.
Como le pasa a Barbie, esta película recibió muchas críticas pero del lado contrario. Que si Christopher Nolan no sabe escribir personajes mujeres; que si las mujeres solo interactúan con el físico y no tienen desarrollo; que si oculta que quién descubrió la forma de crear la bomba fue una mujer, etc. Algo que no es cierto. Toda la película está narrada desde dos puntos de vista, el de Oppenheimer y el de Lewis Strauss, y es normal que todo lo que pase esté centrado en la figura del científico. No se puede juzgar un estilo de vida con los ojos de hoy, hay que comprender el contexto social.
Francis Ford Coppola ha declarado que este fenómeno marcará un antes y un después en la industria. Yo creo que lo que sucederá es que las producciones empezarán a reducir presupuestos, para que llegar a la meta de los beneficios no sea tan difícil. Y otro detalle es que la época de secuelas o películas río ya ha tocado techo y la gente empieza a dar la espalda a tantas producciones seguidas, y se espaciarán más en el tiempo para el estreno de un título de otro.
Lo que importa es que con este Barbenheimer hemos ganado todos. Las productoras grandes beneficios y el espectador dos grandes espectáculos audiovisuales, que es lo que en realidad importa.
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