Los juegos del hambre: baladas de pájaros cantores y serpientes. Director: Francis Lawrence. Intérpretes: Tom Blyth, Rachel Zegler, Viola Davis, Peter Dinklage, Hunter Schafer.
SINOPSIS: Coriolanus Snow es el mentor de Lucy Gray, chica elegida como tributo del Distrito 12 para la edición anual de Los juegos del hambre, en la que Snow empezará a utilizar su talento para medrar en la sociedad y aprovecharse todos para conseguir sus fines.
Historia ambientada décadas antes de la saga de Katniss en la serie de libros Los juegos del hambre.
OPINIÓN: La saga Los juegos del hambre, primero en formato literario y después sus adaptaciones cinematográficas, han gozado de un gran éxito y popularidad, generando que el género distópico juvenil se pusiera de moda a principios de la década de los 2010, siendo la más rica y mejor escrita.
Diez años después Suzanne Collins, la autora de la trilogía original, publicó un libro ambientando la acción sesenta años antes y con Coriolanus Snow, el malvado presidente, como el protagonista de la obra donde veremos su ascenso.
Difícil papeleta tiene la película para lograr que la ambigüedad con la que está escrito el personaje, donde en ocasiones hasta empatizamos con él, se transmita de la misma manera. El protagonismo se reparte con el de Lucy Gray, una sosias de la Katniss original.
En la obra vemos los distintos tejemanejes que obra Snow y los enfrentamientos con los diferentes personajes que ostentan el poder, mientras que en el film se focaliza más en la edición de Los Juegos del Hambre a la que se presenta Lucy. Este detalle hace que se pierda algo del juego político tan presente a lo largo de la trilogía y de esta precuela, pero se compensa con las pruebas que tiene que superar la coprotagonista, ya que al ser una tecnología más obsoleta, la amenaza es más peligrosa al ser más analógica. Y eso la hace tener un cariz diferenciador con la trilogía protagonizada por Jennifer Lawrence. La historia de amor puede ser el punto más flojo de la historia, algo que ya tenía la historia original y que se resolvió de manera sorprendente.
El plantel actoral tiene una gran calidad. Viola Davis, Peter Dinklage asumen con maestría los roles antagónicos, siempre poniendo piedras en el camino a la cima de Snow; Rachel Zegler sigue desarrollando una interesante carrera desde que su debut en West Side Story (2021, Steven Spielberg); Hunter Schafer consolidando su posición desde su aparición en la serie Euphoria (2019-, Sam Levinson); y Tom Blyth tiene una oportunidad de oro con su papel de Snow, al tener que interpretar a un personaje con múltiples caras ante diferentes personas.
Un regreso a Panem, un universo bien construido, después de este descanso de diez años, por todo lo alto.
CURIOSIDADES: La distopía en el cine.
Durante la década de los 2010 el género distópico estuvo de moda en la literatura juvenil. La repercusión de la trilogía Los Juegos del hambre, que ya se subió al remolque del éxito que tuvieron los libros de Harry Potter, originó el interés de la juventud por leer, provocó que historias ambientadas en un futuro donde una guerra o apocalipsis cambia la democracia por regímenes totalitarios se publicarán de manera sistemática. Varias de ellas lograron una adaptación tanto a la gran pantalla como en series de televisión, con mayor o menor fortuna, conformando un tríptico: Los juegos del hambre, Divergente y El corredor del laberinto. Durante varios años se estrenaron películas basadas en el libro correspondiente de la saga que hicieron que el interés por este género permaneciese. Pero como suele tener un fin, el fracaso de la tercera entrega de la saga Divergente, Leal (2016, Robert Schwentke) y la tibia recepción de la también parte final de El corredor del laberinto, La cura mortal (2018, Wes Ball) pusieron en pausa las adaptaciones a cines de historias distópicas.
Si estas tres series de libros son fundamentales para conocer cómo es la literatura juvenil del siglo XXI, con una basta oferta de historias cómicas, románticas, aventuras, etc., con la saga de J. K. Rowling a la cabeza de todas ellas, si nos ceñimos al género distópico, hay tres vacas sagradas de la literatura, que cuentan con su adaptación a cines, y una novela venida del lejano oriente que creó escuela en occidente a finales del siglo XX que también tiene película.
Un mundo feliz. Escrita por Aldous Huxley y publicada en 1932, esta distopía es la que más se acerca a la sociedad actual, donde hay uso de drogas para aplacar la infelicidad, todo está rígidamente controlado, las compañías son las que rigen el sistema, y muchísimas cosas más. Para tener casi un siglo es la más visionaria, ya que los problemas que había en los años en los que fue escrito no son tan palpables, salvo el caso del Fordismo, una nueva religión surgida por el sistema de trabajo revolucionario que implantó Henry Ford: la cadena de montaje, que aquí se transforma en una nueva religión.
Libro capital para los interesados en novelas ambientadas en futuros oscuros.
Cuenta con varias adaptaciones, en este caso televisivas, estrenadas en 1980, 1998 y 2020, esta última una serie compuesta por 9 capítulos. Interesantes pero solo se quedan en la superficie de la crítica tan densa y compleja que escribió Huxley.
1984. Quizás la más famosa de las tres obras clásicas que se reseñan. Escrita por George Orwell, esta historia es la que tiene más carga política y posiblemente el régimen más opresivo. Enfocada como una crítica al estalinismo soviético, donde la policía está presente en todos los aspectos de la vida, incluyendo el hogar, ya que cada casa tiene un monitor desde donde se controla las acciones de los ciudadanos y se divulgan las doctrinas. De aquí surge el famoso Gran Hermano, que ha dado pie al formato de telerrealidad con este nombre. Un futuro donde se cambia el significado de las palabras o directamente se suprimen, modificando cualquier libro o documento para poner el significado actual y que así parezca que siempre ha tenido esta definición. Futuro terrible como pocos, donde unos vigilan a otros y esos también son vigilados.
También ha sido llevada al cine en varias ocasiones, en 1954, 1956, y en 1984, siendo esta la más fidedigna al quitarle cualquier ápice de ciencia ficción.
Fahrenheit 451. Ray Bradbury publicó esta novela en 1953, criticando el McCarthismo, período político comprendido entre 1950 y 1956 liderado por Joseph McCarthy, en la que imperaban acusaciones a quienes tuvieran ideas o simpatías comunistas, que llevó a la publicación de listas negras para acusar a todo aquel que tuviera esta inclinación política. Una de las medidas fue querer hacer quema de libros, lo que le dio la idea a Bradbury para este libro, donde en un futuro cercano existe un cuerpo de bomberos que se dedican a quemar cualquier libro que tenga alguien en su casa, haciendo que la población no fuera capaz de pensar en sí misma. El protagonista de la historia se guarda trozos de esos libros que quema, ocasionando el rechazo de su esposa y de la sociedad, haciendo que tenga que vivir al margen de ella.
Este historia puede ser "más sencilla" que las otras dos, ya que la carga o pensamientos políticos o reorganización de la sociedad no están tan presentes, pero su visión sobre la censura es el factor que la hace única y destacada.
La adaptación de François Truffaut de 1966 es la más fiel, ya que también hay que tener en cuenta que se rodó en los años donde la contracultura estaba emergiendo, dando un valor y un peso añadido a la obra original más relevante. En 2018 se estrenó una nueva adaptación, pero es mucho más blanda en la carga crítica.
Battle royale. Novela publicada en 1999, escrita por Koushun Takami y que ha conseguido una gran aceptación popular. El nombre viene de una estipulación de lucha en el wrestling, donde un número de luchadores suben al ring y luchan entre ellos para sacar al resto de contendientes hasta que solo queda uno. La premisa es similar: 42 estudiantes son secuestrados y llevados a una isla, donde van a tener que matarse entre sí hasta que solo quede un ganador. Para que no se limiten a esconderse, les colocan un collar opresivo, les dan un arma aleatoria y un mapa para que se guíen y tengan en cuenta las zonas de peligro. Estas zonas se van marcando y anunciando, para que se vaya reduciendo el tamaño y no les quede otra que enfrentarse, Quien se quede en la zona de peligro morirá ya que el collar se activará.
Una distopía más comercial, donde los elementos comunes, como un sistema opresivo y dictatorial no tienen un calado muy hondo, pero que goza de gran popularidad y ha influido en la cultura popular: El famoso juego Fortnite tiene el battle royale como principal opción, la acción se desarrolla en una isla que que se va reduciendo; las novelas distópicas actuales tienen esta historia como catalizador principal; hasta la sensación televisiva El juego del calamar (2021) tiene como germen esta historia.
Cuenta con una adaptación cinematográfica estrenada en 2000, con el gran Takeshi Kitano como el rudo instructor de la isla.
DISPONIBILIDAD EN STREAMING:
NETFLIX: Saga Divergente. Los juegos del hambre 3: sinsajo parte 2.
HBOMAX: Los juegos del hambre 1. Los juegos del hambre 3: sinsajo parte 1. Euphoria. Fahrenheit 451 (2018).
PRIME VIDEO: Los juegos del hambre 2: en llamas. Los juegos del hambre 3: sinsajo parte 1. Los juegos del hambre 3: sinsajo parte 2. 1984 (1984).
DISNEY+: Saga El corredor del laberinto. West side story 2021
MOVISTAR PLUS: Saga Divergente. Los juegos del hambre 2: en llamas. Los juegos del hambre 3: sinsajo parte 1. Los juegos del hambre 3: sinsajo parte 2.
FILMIN: 1984 (1984). Fahrenheit 451 (1966)
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