Llueve en Ciudad Fuego: una presentación con alma de viñeta

Lucas Naranjo Rodríguez irrumpe con fuerza en Dos Hermanas con su nueva obra urbana, gráfica y visceral

El salón multiusos de la Biblioteca Pública de Dos Hermanas acogió la presentación de Llueve en Ciudad Fuego, el nuevo libro de Lucas Naranjo Rodríguez, en una tarde que comenzó con la promesa de tormenta narrativa y terminó con una ovación cálida y duradera. La cita, enmarcada en la programación cultural del espacio, reunió a lectoras y lectores de distintos perfiles: jóvenes curiosos, habituales del cómic, amantes de la palabra y vecinos que siguen con interés la evolución creativa de este autor nazareno.

Lucas llegó con discreción y gafas oscuras, pero su voz no tardó en hacerse presente. Durante el acto —marcado por una cercanía nada impostada— compartió pasajes de la obra, anécdotas del proceso creativo y reflexiones sobre el lenguaje gráfico como forma de contar lo invisible. Llueve en Ciudad Fuego no es solo un libro: es una ciudad que se derrama, un personaje roto, un puño al cielo.

La portada, con tintes de novela gráfica y estética de neón, ya es una declaración de intenciones.

El autor explicó cómo esta historia le exigió fundir texto e imagen en un mismo plano emocional. Autopublicado bajo el sello Sangreverso, el libro respira independencia, deseo de arriesgar y la voluntad de no esperar permisos para contar lo que arde dentro. El título —a medio camino entre la distopía y el noir— evoca una urbe en combustión permanente, donde incluso la lluvia parece tener cuchillas.

Hubo preguntas, firmas, fotos, y también silencios cargados de respeto. Algunos asistentes destacaron el valor de poder hablar con el autor de tú a tú, sin mediaciones. Otros salieron con el libro bajo el brazo y una idea entre ceja y ceja: que en Dos Hermanas también se escribe con fuego.

La literatura, como la ciudad que Lucas dibuja, está viva. Llueve, sí. Pero la llama sigue.

A continuación te dejamos por aquí en vídeo, la presentación completa.

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Llueve en Ciudad Fuego: una presentación con alma de viñeta