Nuestra Señora de Valme regresó a Dos Hermanas, después de vivir un fin de semana intenso y histórico en la Capital de Sevilla.
El Domingo 26 de noviembre aun con la resaca emocional de todo lo vivido el sábado con la multitudinaria procesión extraordinaria de la Virgen de Valme y San Fernando por las calles de Sevilla, tocaba regresar a casa.
A las 13:15 horas se iniciaba una Solemne Eucaristía en el Altar del Jubileo con la Virgen de Valme en su Paso-Templete presidida por D. Francisco José Ortiz Bernal, Deán de la Catedral de Santa María de la Sede, para darle gracias a Dios por todo lo vivido, a dicha Misa asistieron numerosos nazarenos y devotos que quiseron despedirse de la Virgen de Valme. Los cantos litúrgicos fueron interpretados solemnemente por la Asociación Coral Nazarena “Regina Coeli”.
A las 17:30 horas mientras el Coro de Valme cantaba la canción "enamorados" letra de Pablo Oñós, Nuestra Celestial Protectora cruzaba el umbral de la puerta de Campanillas de la Catedral de Sevilla portada en andas, ante la mirada de numerosos fieles realmente enamorados de Valme y agradecidos por este año tan Jubilar y Extraordinario. Fueron las lágrimas, vivas, aplausos y silencios los que demostraron el amor que se le tiene a la Santísima Virgen de Valme por la que Sevilla es Cristiana desde hace 775 años.
La Virgen de Valme rodeó la Plaza Virgen de los Reyes entre cantos del Coro de Valme hasta que entró en Palacio Arzobispal, el último de estos fue la popular canción "Que no fue el Rey San Fernando el que conquisto Sevilla, que fue la Virgen de Valme vestidita de mantilla". Con el emblemático escenario de fondo de la Giralda de Sevilla, un momento que quedará grabado para la história.
Una vez dispuesta la Imagen se procedió al traslado a Dos Hermanas en el mismo coche descapotable con el que realizó la ida hasta Sevilla. Fue un transcurrir tranquilo en el que se pudo admirar a la Santísima Virgen pasando por las calles donde el día anterior procesionó triunfalmente. El recorrido con el coche al descubierto fue hasta la puerta de la Sede del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla en la Calle San Gregorio, donde se le procedió a colocar la capota y emprender el camino hasta Dos Hermanas.
Una vez llegada la Virgen a la Plaza del Arenal donde le esperaba una multitud de nazarenos, fue descubierta de nuevo y realizó el recorrido por una calle Nuestra Señora de Valme llena de amor y agradecimiento de muchos nazarenos que ansiaban tener de nuevo a la Virgen en tierras nazarenas.
Una vez llegada a la Plaza de la Constitución llena de devotos, entró la Virgen de Valme a la Parroquia de Santa María Magdalena, donde ya descansa y aguarda a la visita fervorosa de todo aquel que necesita su valimiento.
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